En publicación del pasado lunes 09 de agosto, fronteradigit@l.com, bajo el título “ Xico Cunha, Flavio y Helinho Peluffo serían los responsables del atropello”, ésta página digital apuntaba la ahora comprobada responsabilidad moral y material del empresario de frontera Francisco “Xico” Cunha, del prefeito Flavio Kayatt y de su maleducado secretario de Obras, arquitecto Helio Peluffo Fillho en el bloqueo de algunos sectores de nuestra frontera común.
Los trabajos, bajo la fachada de “mejoras paisajísticas” se realizaron en distintos sectores de la frontera seca con la única intención de obstaculizar el masivo ingreso de compradores brasileños hacia el lado paraguayo.
Consultados en su momento al respecto por la Nueva 570 Amambay AM tanto el intendente Kayatt como su funcionario Peluffo Filho, en forma descarada negaron públicamente tener cualquier participación en el tema, llegando incluso, con un cinismo de novela, a solicitar ante autoridades y representantes de nuestra Cámara de Comercio, una investigación policial para “individualizar a los supuestos autores”.
Este teatro, al que se sumó el “brasiguayo” concejal Marcelino Nunes, se extendió por casi una semana, en cuyo transcurso nuestras autoridades departamentales y municipales, además de los comerciantes y la ciudadanía en general fueron manipuladas y embaucadas, hasta que en la víspera, por otra situación creada sobre el tema, el propio “Xico” Cunha, dueño de un surtidor hacia el otro lado de la frontera “confesó” y hasta exhibió a la prensa, una autorización de la Prefeitura Municipal de Ponta Porá que le autorizaba a realizar dichas “mejoras paisajísticas” sobre un área territorial que ni el señor Cunha, como ciudadano común, ni las autoridades de la vecina ciudad, tienen competencia por tratarse de un sector de dominio de la Comisión Binacional Demarcadora de Límites Paraguay-Brasil.
Sin embargo, lo más grave y triste de todo es la hipocresía demostrada por Kayatt y Peluffo, quienes con su clásico “papo furado” de hermandad y lazos históricos, apuñalan por atrás a toda una comunidad y a sus autoridades mintiéndoles descaradamente.
Cabe destacar que otro "artista" en esta novela sería supuestamente un tal Eduardo Gaóna, comerciante y propietario de la panadería y confitería "Requinte", ubicada sobre la avenida Mariscal Floriano Peixoto, frente a la terminal de transporte colectivo (circular) de Ponta Porá, quien habría sido el mentor de la colocación de bloques de concreto el pasado lúnes en varios accesos céntricos a nuestra ciudad.
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