Un tema hasta si se quiere delicado por sus complicadas derivaciones, no acabó en el “oparei” debido al seguimiento dado al mismo por el equipo periodístico de Amambay AM, y tuvo finalmente una respuesta de parte del jefe departamental de la Policía , Nacional comisario Francisco González, aunque para ello fue necesario primeramente llegar hasta el propio sub comandante de la Policía Nacional , quien sorprendido, se enteró de la situación al ser consultado “on line” por Juan Pelayo JIménez, conductor del programa “De frente a la Mañana ”.
El tema en sí envuelve el traslado de los uniformados Nemésio Capdevila, Pastor Arce, Gustavo Abel Silva y Willian Benítez, destacados hasta ese momento, en la comisaría 7ª del barrio Jardín Aurora, quienes, de acuerdo a expresiones del propio jefe de policía, fueron sumariados y puestos a disposición de la comandancia por haber cometido la “deslealtad” de intervenir, en un camino vecinal de su jurisdicción, una camioneta que venía forradita con 117 paquetes de marihuana que totalizaron 137 kilos de la droga.
En dicha camioneta viajaban supuestamente como conductor y acompañante respectivamente, el oficial mayor Richar Arguello y el sub oficial Edison Ramón Silva, quienes en su momento fueron detenidos e imputados por tráfico y posesión de marihuana por el Ministerio Público.
Al respecto el comisario Francisco González asumió la responsabilidad del traslado y sumario de sus cuatro subordinados, argumentando que personalmente consideró una “deslealtad” de los mismos haber hecho la citada intervención sin comunicarle antes lo que estaba ocurriendo.
Según el jefe policial él debía haber sido avisado “para tomar ciertas providencias que aseguraran el éxito del procedimiento”.
Sin embargo, camaradas de los cuatro “desleales” comentaron que su traslado se debió a que supuestamente la jerarquía policial estaba metida en el negocio, y que la intervención le habría causado un significativo perjuicio económico, además del daño moral a la institución luego haber tomado estado publico.
Esto habría obligado buscar cualquier excusa, como la de la “deslealtad”, para sumariarlos y sacarlos del medio en previsión de que en el futuro se les ocurriera volver a cometer otra “imprudencia” similar, no sin antes “sugerirles” para declarar ante el fiscal que atiende el caso que “ellos nada vieron y nada saben”, como al final ocurrió.
El sub oficial Silva ya recuperó su libertad, luego de aparecer un documento donde supuestamente en momentos de ser intervenida la carga de marihuana el se encontraba cazando a los del EPP en la zona de Kuruzú de Hierro, Concepción.
El otro involucrado, el sub oficial mayor Arguello sigue preso, aparentemente porque hasta ahora no ha podido explicar el porque la camioneta intervenida por sus camaradas (foto) tenía la chapa ARY 384, la cual no le corresponde a dicho rodado y si a un Chevrolet tipo “Monza” que sugestivamente esta a nombre de su esposa Rosa López de Arguello.
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