
Para el gobernador Juan Bartolomé Ramírez, los miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EEP) no operan en la zona por miedo al narcotráfico.
Indicó que el mal que sufre su departamento se centra en el tráfico de cocaína, marihuana y no precisamente el E.P.P, que – según Ramírez- solo tiene células que ya están identificadas.
Indicó, sin embargo, que estos problemas son comunes en un departamento que tiene 50 kilómetros de frontera seca con Brasil, por lo que es imposible hablar de erradicar la inseguridad.
"Debemos de ir pensando en medidas preventivas, mayor presencia policial y forzar más la cantidad de militares en los batallones de frontera y apretar al Poder Judicial", apuntó.
En este punto, Ramírez señaló que la Justicia es bastante especulativa y dadivosa en sus resoluciones contra los delincuentes capturados y puestos a disposición de la misma.
Promesa de Lugo
Según el gobernador de Amambay, en el batallón de frontera tenian apenas 15 efectivos militares. Luego de finalizar el estado de excepción, Lugo dejó 100 hombres de las FFAA para reforzar la zona..
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