
Por 25 votos a 16, una abstención y tres ausencias, la Cámara de Senadores suspendió hasta 2013 la vigencia del Impuesto a la Renta Personal.
Esta vez, el pretexto fue que “no existen condiciones en el país para su implementación”. El año pasado fue la crisis económica; antes, que no había capacidad de administración. El caso pasa a Diputados, donde correría la misma suerte.
Este tributo debió haber entrado en vigor en 2006, pero fue aplazado cuatro veces consecutivas, pese a que en esta ocasión tenía el apoyo de un amplio sector de las fuerzas vivas. El Gobierno se quejó y el empresariado lamentó que se siga favoreciendo la informalidad.
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