Ni los desvaríos del “Patrao Chico” y su pandilla consiguieron impedir que este perezoso rebaño de lecheras visitara y recorriera el comercio pedrojuanio.
Se supo que pertenecían a pobladores de chacras aledañas a la vecina ciudad, y que curiosas por los comentarios que escuchaban sobre las excelentes oportunidades de compra que ofrece el comercio de Pedro Juan Caballero, decidieron reunirse y atravesar la frontera.
Y así fueron llegando mansamente para integrarse al paisaje de la avenida doctor Francia y generar el desespero de los conductores, no acostumbrados a tener que encarar semejantes obstáculos.
Lamentablemente a su vuelta no se llevaron un buen recuerdo, porque después de mucho recorrer sin encontrar corpiños del tamaño apropiado, tuvieron que volver a su valle de la misma forma en que llegaron: Mansamente y con sus tetas al aire. (fotos: Capitán Bado.com)
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