
Tras una reunión con sus familiares, el senador Robert Acevedo resolvió no venir a Asunción y quedarse en Pedro Juan Caballero, pese a que su vida está en riesgo, para que no ganen los narcotraficantes.
El legislador sobrevivió a un atentado la noche del lunes cuando sicarios emboscaron su camioneta, a la que rociaron de balas y mataron a su chofer y a su custodio. En su lecho de enfermo concedió una entrevista a Última Hora y Telefuturo.
"No puede ser que la gente que habita esta ciudad tenga que estar viviendo bajo el manto de los narcotraficantes", señaló Acevedo en su lecho de enfermo en el sanatorio San Lucas, de Pedro Juan Caballero, rodeado de sus familiares más cercanos.
"Volví a nacer amigo, es lo único que puedo decir, porque la forma en que estos sicarios dispararon contra nosotros es algo inexplicable. Solo Dios y su madre la Virgencita me protegieron en ese momento. Pero, lastimosamente, mis dos acompañantes perdieron la vida en manos de estos sicarios contratados por la mafia que opera en esta zona", expresó.
El atentado se produjo en el día en que el Gobierno de Fernando Lugo dispuso que las fuerzas militares y policiales se desplacen hacia los cinco departamentos declarados en estado de excepción, resaltó.
"Parece ser que fue un desafío para el Estado paraguayo y uno puede entender este mensaje de los narcos, de que nadie podrá contra ellos y es por eso que demostraron su forma de actuar con este doble acto criminal."
Acevedo aseguró que continuará con sus denuncias contra los narcotraficantes pese a que no se tienen las garantías suficientes para ello.
Para el senador, la solución no pasa por militarizar el departamento, pero sería bueno que tomen el control junto con la Policía para así restablecer la seguridad.
En otro momento de la entrevista, recordó cómo los sicarios disparaban contra su camioneta. "Aún no despierto de esa pesadilla y me duele recordar cómo estos sicarios mataban a mis compañeros", sentenció.
ME SALVÉ.
"La lluvia de balas no paraba, pero herido y todo pude bajar de la camioneta y ver a los sicarios, que ya no tenían intenciones de seguir disparando y lo único que noté era que corrían hacia la camioneta en la cual se dieron a la fuga.
"En el momento en que se alejan de la escena del crimen veo que un motociclista venía avanzando y le salí al paso pidiéndole que me acerque al sanatorio.
"Así lo hizo, y al llegar acá encontré que las puertas estaban cerradas, por lo que pasé hasta una farmacia, donde me brindaron los primeros auxilios y luego me trajeron acá.
"Yo temía por mi vida, de que estos sicarios me persigan y vengan a matarme en el lugar donde me asistieron", explicó finalmente el senador. Bernardo Augusti / Última Hora
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